introducción
¿Te habías dado cuenta de que nunca hablamos de la misma manera con todas las personas? Seguramente, cuando te diriges a un(a) profesor(a), hablas con formalidad y cuidando tu pronunciación. Pero, ¿cómo hablas cuando conversas con un amigo? Sin duda, en esta situación, tu forma de hablar es más relajada, espontánea y haces uso de informalidades.
Esto se debe a que, como hablantes competentes, variamos nuestra forma de hablar para adecuarla a nuestro interlocutor. Es decir, elegimos ciertos usos lingüísticos considerando el contexto inmediato en que nos comunicamos.
Ahora verás cómo diariamente cada hablante cambia de registro para adaptarse a la situación en la que se halla.
Sabías que…
Adaptarse a la situación comunicativa es una competencia que cada hablante desarrolla a lo largo de su vida, a medida que conoce diferentes espacios de uso del idioma.
la adecuación pracmàtica
La comunicación implica un intercambio de mensajes. En este sentido, siempre hay un emisor que elabora su discurso teniendo en mente su intención, es decir, aquello que quiere lograr.
Ahora bien, no basta tener claro lo que se quiere decir para conseguir un propósito. Considerando la adecuación pragmática, además de su intención, el hablante debe identificar las circunstancias comunicativas en que se encuentra para elaborar mensajes eficaces. Es decir, debe tener en cuenta el espacio del acto comunicativo, observar la edad, el oficio y la cultura de su interlocutor, así como el canal mediante el cual se comunica, entre otros elementos del contexto que pudieran incidir de manera significativa en la comunicación. Con esos datos, selecciona el registro adecuado para interactuar.
Imagínate que tienes una entrevista con el (la) presidente(a) de la República. En tal caso, ciertamente tendrías que recurrir a un lenguaje formal. Este se evidenciaría tanto en las expresiones verbales, pues probablemente acudirías a ciertas fórmulas de cortesía (como el pronombre “usted”, debido a que tratas con una autoridad jerárquica, o la mención al cargo seguido de su apellido: “Presidente Pérez”), como en la postura o los gestos de tu cuerpo, y el volumen o tono de tu conversación, etc. En fin, todo tu lenguaje se adecuaría a la situación.
Ahora bien, ¿qué crees que ocurriría si tutearas a una autoridad como esta o si lo saludaras sin formalidades, haciendo un simple gesto con tu cabeza?
¿Te habías dado cuenta de que nunca hablamos de la misma manera con todas las personas? Seguramente, cuando te diriges a un(a) profesor(a), hablas con formalidad y cuidando tu pronunciación. Pero, ¿cómo hablas cuando conversas con un amigo? Sin duda, en esta situación, tu forma de hablar es más relajada, espontánea y haces uso de informalidades.
Esto se debe a que, como hablantes competentes, variamos nuestra forma de hablar para adecuarla a nuestro interlocutor. Es decir, elegimos ciertos usos lingüísticos considerando el contexto inmediato en que nos comunicamos.
Ahora verás cómo diariamente cada hablante cambia de registro para adaptarse a la situación en la que se halla.
Sabías que…
Adaptarse a la situación comunicativa es una competencia que cada hablante desarrolla a lo largo de su vida, a medida que conoce diferentes espacios de uso del idioma.
la adecuación pracmàtica
La comunicación implica un intercambio de mensajes. En este sentido, siempre hay un emisor que elabora su discurso teniendo en mente su intención, es decir, aquello que quiere lograr.
Ahora bien, no basta tener claro lo que se quiere decir para conseguir un propósito. Considerando la adecuación pragmática, además de su intención, el hablante debe identificar las circunstancias comunicativas en que se encuentra para elaborar mensajes eficaces. Es decir, debe tener en cuenta el espacio del acto comunicativo, observar la edad, el oficio y la cultura de su interlocutor, así como el canal mediante el cual se comunica, entre otros elementos del contexto que pudieran incidir de manera significativa en la comunicación. Con esos datos, selecciona el registro adecuado para interactuar.
Imagínate que tienes una entrevista con el (la) presidente(a) de la República. En tal caso, ciertamente tendrías que recurrir a un lenguaje formal. Este se evidenciaría tanto en las expresiones verbales, pues probablemente acudirías a ciertas fórmulas de cortesía (como el pronombre “usted”, debido a que tratas con una autoridad jerárquica, o la mención al cargo seguido de su apellido: “Presidente Pérez”), como en la postura o los gestos de tu cuerpo, y el volumen o tono de tu conversación, etc. En fin, todo tu lenguaje se adecuaría a la situación.
Ahora bien, ¿qué crees que ocurriría si tutearas a una autoridad como esta o si lo saludaras sin formalidades, haciendo un simple gesto con tu cabeza?
Ejemplo
Te proponemos otra situación. Un tribunal de justicia te ha solicitado que asistas como testigo a un juicio, ¿qué registro usarías para responder al juez? ¿Qué te parecen estos enunciados?
Como ves, ninguno es adecuado pues ambos exageran el título del juez. Si usas simplemente “Señor juez”, estarás acorde con el espacio comunicativo y con tu interlocutor.
Es importante comprender que, al dirigirnos a una autoridad, nuestro registro debe ser formal; como decíamos, esto implica usar fórmulas sociales ya establecidas, que generalmente consisten en el uso de la palabra “señor”, y luego su título o cargo. Por otro lado, hay que considerar que estas fórmulas son convenciones de una cultura específica. Es probable que la fórmula que vimos no sea fácilmente traducible a la que se usa en la India.
recuerda que
La adecuación pragmática es una propiedad textual que todo hablante debe aplicar para comunicarse con éxito. Se trata de considerar el espacio comunicativo del acto de habla, así como los rasgos principales del interlocutor, para seleccionar el registro adecuado para comunicarse.
Siempre es importante tener presente la adecuación, si queremos lograr mensajes eficaces. De esta forma, proyectamos una imagen positiva de nosotros mismos, como personas capaces de adaptarnos a las circunstancias. Ello es especialmente importante en los mensajes que emitimos a las autoridades: debido a su estatus, se trata de situaciones que exigen bastante cortesía y formalidad.
Es importante comprender que, al dirigirnos a una autoridad, nuestro registro debe ser formal; como decíamos, esto implica usar fórmulas sociales ya establecidas, que generalmente consisten en el uso de la palabra “señor”, y luego su título o cargo. Por otro lado, hay que considerar que estas fórmulas son convenciones de una cultura específica. Es probable que la fórmula que vimos no sea fácilmente traducible a la que se usa en la India.
recuerda que
La adecuación pragmática es una propiedad textual que todo hablante debe aplicar para comunicarse con éxito. Se trata de considerar el espacio comunicativo del acto de habla, así como los rasgos principales del interlocutor, para seleccionar el registro adecuado para comunicarse.
Siempre es importante tener presente la adecuación, si queremos lograr mensajes eficaces. De esta forma, proyectamos una imagen positiva de nosotros mismos, como personas capaces de adaptarnos a las circunstancias. Ello es especialmente importante en los mensajes que emitimos a las autoridades: debido a su estatus, se trata de situaciones que exigen bastante cortesía y formalidad.